La Iglesia Adventista del Séptimo Día es la mayor de todos los movimientos Adventistas que surgieron del Movimiento Millerista de 1840 enNueva York, Estados Unidos, una fase del Segundo Gran Despertar. El predicador William Miller predijo sobre la base de un estudio del libro de Daniel 8:14-16, utilizando el principio de día por año, que Jesucristo retornaría a la Tierra entre la primavera de 1843 y 1844. En verano de 1844, llegó a la conclusión el retorno de Jesús, ocurriría el 22 de octubre de ese año, fecha de la festividad judía del Día de la Expiación (Yom Kipur) de ese año. Al no cumplirse las predicciones de Miller (evento conocido como la Gran Decepción o el «gran chasco»), la mayoría de sus seguidores se dispersaron y retornaron a sus iglesias originales.
Sin embargo, tras una visión de Hiram Edson, en la que vio a Jesús en el Santuario celestial, pasando del lugar Santo al lugar Santísimo8 y luego de estudiar detalladamente la Biblia, llegaron a la conclusión de que la fecha era correcta pero que el Santuario que debía ser purificado de acuerdo a Daniel 8:14,nota 4 no era la tierra, sino el Santuario celestial. Esta nueva conciencia de un santuario en el cielo llegó a convertirse en una parte importante de su pensamiento. En las siguientes décadas, un estudio minucioso les ayudó a desarrollar la doctrina del Juicio investigador: un proceso escatológico que habría comenzado en 1844, en el cual los cristianos serán juzgados para verificar si reúnen los requisitos para su salvación y así confirmar la justicia de Dios ante el universo. Este grupo de cristianos adventistas siguieron creyendo que la Venida de Jesús sería inminente, pero resistieron fijar nuevas fechas para su retorno, citando Apocalipsis 10:6: «que el tiempo no sería más».